Madrid, un viaje al bienestar urbano
Dicen que viajar nos causa bienestar, que impulsa las hormonas de la felicidad, que
ayuda a salir de la zona de confort, que reduce el estrés, que mejora la autoestima,
que contribuye a conocer otras culturas y aprender cosas nuevas… ¿Se le puede pedir
más? Nosotros te proponemos que vengas a Madrid, una ciudad llena de vida en la
que recargarás las pilas como en ningún otro lugar del mundo. Y te damos siete buenas
razones:
1.-Por su luz, que anima a pasear
Que el sol mejora el estado de ánimo es algo que está altamente comprobado. Que
tiene otros múltiples beneficios para la salud, como fortalecer los huesos o el sistema
inmunológico, también. Pero ¿sabías que Madrid es la capital europea con más horas
de luz solar? Con 3.000 horas de sol al año, nada más llegar su espectacular cielo azul
incrementará tus ganas de pasear y descubrir hasta el último rincón. Y no importa si
vienes en primavera, verano, otoñó o invierno porque tienes un alto porcentaje de
probabilidades de que el privilegiado clima de Madrid, sin muchas precipitaciones, te
permita explorar la ciudad caminando y a tu ritmo.
Es tanta la presencia de la luz en la capital de España, que hasta tiene su propio paisaje
con este nombre. Te hablamos del Paisaje de la Luz, declarado Patrimonio Mundial de
la UNESCO y que incluye el Paseo del Prado entre Cibeles y la plaza del Emperador
Carlos V, en Atocha, el parque de El Retiro y el barrio de los Jerónimos. Recorrer esta
zona es ideal para empezar a sentir que Madrid no es una ciudad como las demás, que
en su ambiente se respira una vitalidad que, poco a poco, sentirás tú también. Porque
ya te advertimos: ¡la energía de Madrid es contagiosa!
Arte y naturaleza se unen en este entorno, que atesora una concentración de
instituciones como el Palacio de Cibeles, el Museo Thyssen-Bornemisza, el Museo
Naval, el Museo del Prado, el Museo Nacional de Artes Decorativas, el Real Jardín
Botánico, el Real Observatorio Astronómico, el Museo Nacional de Antropología o el
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y que podrás recorrer fácilmente
caminando, bajo la luz de Madrid. ¿Hay algo más saludable?
2.-Por su dinamismo y su oferta diversa
No hay nada más motivador que estar con alguien o en algún lugar donde se respire
dinamismo. Madrid es uno de esos lugares. No solo porque cuenta con un patrimonio
único que es ya de por sí una fuente de disfrute e inspiración, sino que se renueva
constantemente con tantas novedades que, aunque ya la hayas visitado alguna vez,
nunca te cansarás de repetir. Su legado histórico, su cultura, su gastronomía, su
entorno natural, su oferta deportiva, de compras y de ocio posicionan a Madrid como
uno de los destinos urbanos más atractivos. Te garantizamos que nunca te aburrirás.
Gastronomía de ayer y de hoy, que encontrarás en las tabernas y restaurantes
centenarios, en los 26 restaurantes estrellas Michelin y hasta en los renombrados
mercados gastronómicos como el de San Miguel o San Antón; comercios artesanos con
todo tipo de prendas hechas a mano, de las que duran toda la vida; una oferta cultural
que se extiende, además de a sus grandes museos del Paseo del Arte, a las Casas
Museos como la de Sorolla en las que podrás descubrir el arte de una forma más
intimista, o los centros culturales de vanguardia como Matadero Madrid y una agenda
cultural non stop los 365 días de año, convierten a Madrid en una ciudad para disfrutar
con los cinco sentidos.
Si te has quedado con ganas de más, te contamos que Madrid tiene hasta su propio
Museo de la felicidad. Una novedad, con más de 20 experiencias y Risódromo incluido,
que se suma a una interminable oferta de experiencias madrileñas. Y te
recomendamos que las saborees en modo slow, que te tomes tu tiempo y alargues
todo lo que puedas tu estancia para que disfrutes al máximo.
3.-Por la sostenibilidad que respiran sus calles
La sostenibilidad es un plus que multiplica los beneficios de viajar y Madrid puede
presumir de ello. Más del 55% de las calles de la ciudad están arboladas con casi
300.000 ejemplares, que contribuyen a mejorar la calidad del aire y la convierten en la
segunda ciudad del mundo con más árboles en línea, solo superada por Tokio.
Fruto de este esfuerzo por la conservación del arbolado y las zonas verdes, ha sido la
distinción como “Ciudad arbórea del mundo” (Tree Cities of the World), otorgada por
la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la
Fundación Arbor Day (Día del Árbol).
Pasear por sus extensas zonas peatonales y por sus parques y jardines, como Madrid
Río o la Casa de Campo, te llenará de energía y buen humor. ¿Quieres más? Entonces,
pon rumbo al Estanque Grande del parque de El Retiro y alquila una de sus barcas
multicolores para recorrerlo a remo. ¡Ejercicio y risas, a parte iguales!
Otra saludable opción es recorrer la ciudad en bicicleta, utilizando el carril bici y el
anillo ciclista que rodea el casco urbano. La capital cuenta con el servicio bicimad, con
611 estaciones y más de 7500 bicicletas 100% eléctricas. Además, puedes encontrar
diferentes centros especializados en bicicletas de alquiler, sobre todo junto a los grandes parques y zonas céntricas.
4.-Por el lujo hedonista de su oferta hotelera
Viajar es por sí solo una fuente de bienestar pero, si complementas tu estancia en un
hotel con todo tipo de servicios wellness, tus vacaciones serán todavía más relajantes y
regenerativas. No en vano, el denominado turismo wellness está experimentando un
crecimiento continuado en los últimos años. Y aquí también Madrid tiene mucho que decir con una planta hotelera que destaca por el alto nivel de sus establecimientos con
39 hoteles de cinco estrellas en los que podrás encontrar todo tipo de servicios para tu
bienestar.
Sus ubicaciones en entornos idílicos, el servicio personalizado que ofrecen, su alta
gastronomía, sus spas y centros de tratamientos de belleza los convierten en el lugar
perfecto para desconectar. En algunos de ellos, como el impresionante spa del hotel
Four Seasons de más de 1400 m2, pueden acudir tanto los clientes como cualquier
visitante que lo desee.
Otra experiencia muy relajante es la que te ofrece el Mandarin Oriental Ritz todo tipo
de instalaciones para recargar las pilas como una piscina climatizada interior, una
piscina de vitalidad y duchas de sensaciones. Y, si quieres, luego puedes darte un festín
gastronómico con la exquisita oferta de restauración a cargo del triestrellado chef
Quique Dacosta.
Ten también en tu radar otras direcciones para continuar tu ruta de bienestar como son el spa del hotel The Madrid EDITION con su especial baño de barro; el URSO hotel & Spa con tratamientos exclusivos; Rosewood Villa Magna con instalaciones tanto para la relajación como para el deporte o Bless Hotel Madrid especializado en el lujo hedonista con experiencias personalizadas y tratamientos de belleza.
5.-Por su acogida, que te invita a quedarte
Madrid es una de las ciudades más sociables y auténticas del mundo. La acogida es
algo que lleva en su esencia. Es muy fácil integrarte en la vida de los madrileños,
siguiendo los pasos de las costumbres más locales como sentarse en una soleada
terraza, un término que se conoce como “terraceo”, acercarse un domingo por la
mañana al famoso mercado al aire libre de El Rastro en busca de antigüedades y
tesoros vintage y luego tomarse un aperitivo en la castiza zona de La Latina; pasear por
los parques y jardines y hacer una infinita combinación de planes para saborear la vida
al máximo.
Pero si hay algo que resume el carácter sociable de los madrileños es hacer “vida de
barrio”. Una forma de vida en la que los vecinos no solo se conocen, sino que disfrutan
del ocio compartido, organizando todo tipo de actividades culturales y creativas. Los
barrios forman parte de la esencia de Madrid y su estilo de vida atrae cada vez más a
distintas generaciones, que buscan lo cercano y auténtico. En los barrios serás siempre
bienvenido.
No te pierdas los pequeños comercios y restaurantes de comida tradicional de barrios
tan castizos como el Madrid de Los Austrias o Chamberí y disfruta de su trato
personalizado o pon rumbo a La Latina o el Barrio de Las Letras para conocer sus
tabernas y restaurantes centenarios, frecuentados por madrileños y visitantes. Recorre
Lavapiés, representativo de la tradición castiza y uno de los más multiculturales o acércate a Malasaña, una de las zonas en las que los vecinos de toda la vida conviven
con jóvenes bohemios y alternativos.
Te animamos, además, a que descubras barrios menos conocidos y más alejados del
centro como Carabanchel, que merece la pena no solo porque representa muy bien la
vida de barrio madrileña, sino porque se ha convertido en polo de atracción de artistas
jóvenes que exponen su creatividad en numerosos espacios y talleres. Y un distrito
también a tener en cuenta por su autenticidad e iniciativas culturales, es Usera,
conocido como el Chinatown madrileño por su alta representación de comunidad
china.
6.-Por sus atardeceres que llevan a la calma
Y, al atardecer, Madrid te reserva una de las experiencias más mágicas del día: sus
puestas de sol que llenan de colores del cielo de la ciudad. Si quieres llenarte de calma
y emoción, tienes una cita en el Parque del Cuartel de la Montaña, junto a la Plaza de
España, en el que además de admirar el Templo de Debod, una construcción egipcia
del siglo II a. d. C, podrás asombrarte con una de las puestas de sol más icónicas de
Madrid.
Anota también el Mirador Madrid en la torre más alta del Palacio de Cibeles con una
vista panorámica de 360 grados de la ciudad y una espectacular puesta de sol. Y no te
pierdas los atardeceres desde la Azotea del Círculo de Bellas Artes; el Estanque del
parque de El Retiro; el Jardín de Las Vistillas; Madrid Río; el Parque del Oeste o el
Mirador de la Cornisa del Palacio Real con vistas a la Casa de Campo.
7.-Por sus noches míticas y llenas de energía
Madrid se ha ganado también fama de ser una ciudad que nunca duerme. La noche de
Madrid es mítica y, al caer el sol, se convierte en una de las capitales con más marcha y
energía del mundo. Puedes ser la estrella del baile o del karaoke, vivir el duende del
flamenco, cenar mientras ves un espectáculo; emocionarte con la magia de un musical
o una representación de ópera o brindar con un cocktail de autor con vistas de 360º en
alguno sus espectaculares rooftops. ¡Qué mejor manera de despedirse de una ciudad
en la que sentirás que, tras visitarla, en tu vida hay un antes y un después!