¿Cómo viajar con niños en tiempos de COVID-19?
Viajar en familia con niños es una excelente idea, pero es probable que surjan diversos preconceptos y miedos, especialmente en tiempos de pandemia.
En primer lugar, es fundamental tener en cuenta de qué edades estamos hablando, no es lo mismo un bebé de 6 meses, que un niño de 3 años u otro de 8. En base a eso, se va a poder definir cuál es la opción más acorde según los deseos familiares. Luego, es necesario analizar diversas cuestiones:
Destinos. La primera gran duda que surge es: ¿playa o ciudad? No existe una opción correcta, más bien la clave está en la planificación. Es importante prever los momentos de comida, movilidad y descanso ya que colaboran a tener una mejor experiencia. Asimismo, considerar dentro del itinerario atracciones o espacios propios para chicos. Por ejemplo, plazas y museos con atracciones para niños (ciencias naturales, entre otros).
Movilidad. Una vez en destino, ¿cómo nos vamos a mover? ¿Tenemos que recorrer grandes distancias? Hay que tener en cuenta todo el equipamiento diario que implica trasladar a un niño pequeño como un cochecito, mudas de ropa y pañales, en el caso de bebés. Si el destino es costero se le suman reposeras, juguetes y juegos, toallas, etc.
Vuelos. Si bien la mirada siempre está puesta en el viaje en sí, es necesario pensar en la etapa previa y posterior. ¿Cuántas horas son? ¿Es mejor elegir distancias más cortas? ¿Conviene un vuelo directo o con conexiones? En cuanto a la conveniencia de emitir un vuelo directo, si bien muchas veces se trata de un servicio más costoso, resulta una inversión cuando se tiene que esperar muchas horas en el aeropuerto para realizar un cambio de vuelo. Recomendamos consultar con la línea aérea si poseen un menú para niños que se pueda reservar con una anticipación no menor a 48hs. En el caso de los niños menores de dos años, no reciben servicio, por lo cual, es ideal llevar leche en polvo o alguna cerrada e individual. Los alimentos infantiles están dentro de las excepciones que pueden superar los 100 ml al subir al avión, siempre que se viaje con menores.
Los accidentes son muy comunes, una muda de ropa en el carry on o un vaso con tapa pueden ser grandes aliados. Para los vuelos más largos, se aconseja llevar consigo juguetes, mantitas o algún elemento que le sea familiar al niño, dándole más seguridad. Asimismo, si tienen la edad necesaria, es interesante que prueben los auriculares antes de volar ya que seguro quieran imitar a los más grandes durante el viaje.
Finalmente, es importante estar preparados para el despegue. Si son bebés, se aconseja darle una mamadera que pueda succionar durante el mismo, evitando molestias frente a los cambios de presión. Si son más mayores, se sugieren caramelos, chicles o invitarlos a jugar al “juego del león” (simulando un gran bostezo o abriendo ampliamente boca).
Cuidados. Es fundamental revisar cuáles son los requisitos para ingresar al destino ya sean los certificados oficiales de vacunación, PCR, etc. Países como Estados Unidos solicitan un hisopado para mayores de 2, mientras que en Europa es más común para los mayores de 6. A su vez, es necesario armar un kit con una bolsa transparente con todos los elementos básicos de cuidado (máscaras y alcohol en gel que no superen los 100 ml por cada artículo y que no exceda 1 litro en total), que incluya un botiquín con las cosas que generalmente utilices y prestando especial atención a los elementos prohibidos. En algunos vuelos se exige el cambio de tapabocas cada cierta cantidad de horas. Recomendamos que utilice esa mascarilla unos días antes de volar para que no tenga que hacer la adaptación en el avión. Además, el uso de mascarilla en niños puede variar dependiendo de cada país, es importante investigar las exigencias del destino. Por último, explicarles con anticipación todo lo que conlleva viajar en pandemia evitará que se sientan abrumados y podrán entender cuáles son cuidados necesarios.
Viajar con niños es posible. La clave yace en la planificación, respetando y teniendo en cuenta los momentos claves en la rutina de los más pequeños. Si bien ellos no recordarán la totalidad del viaje, conocer otras culturas y paisajes, los estimulará y hará que vean el mundo con nuevos ojos.